Mi imagen de Semana Santa es la de viajar en coche por la carretera de Valencia con mi familia en la que aparece un monumento de unas palmeras, y en cuanto las veo la sensación es de haber llegado ya a Gandía y disfrutar de las vacaciones en la playa. Siempre voy en Semana Santa a Gandía y es un momento en el que disfruto de la sensación de desconectar de todo y ver a otras personas importantes para mí como a familiares y amigos que tengo allí. Además es una sensación compartida con mi hermano, pues siempre que vamos juntos y llegamos a ese punto nos miramos y nos reímos pensando en los momentos que hemos pasado allí y los que nos esperan, y a pesar de la diferencia de edad (yo tengo casi 25 y mi hermano 31), tengo una relación muy buena con él y nos movemos con las mismas personas desde hace muchos años cuando vamos allí.
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